Todos los días descubro…
Octavio
Paz
Según un
poema de Fernando Pessoa
Todos los días
descubro
La espantosa realidad de las cosas:
Cada cosa es lo que es.
Que difícil es decir esto y decir
Cuánto me alegra y como me basta.
Para ser completo existir es suficiente.
He escrito
muchos poemas.
Claro, he de escribir otros más.
Cada poema mío dice lo mismo,
Cada poema mío es diferente,
Cada cosa es una manera distinta de decir lo mismo.
A veces miro
una piedra.
No pienso que ella siente,
No me empeño en llamarla hermana.
Me gusta por ser piedra,
Me gusta porque no siente,
Me gusta porque no tiene parentesco conmigo.
Otras veces
oigo pasar el viento:
Vale la pena haber nacido
Sólo por oír pasar el viento.
No sé qué
pensarán los otros al leer esto
Creo que ha de ser bueno porque lo pienso sin esfuerzo;
Lo pienso sin pensar que otros me oyen pensar,
Lo pienso sin pensamientos,
Lo digo como lo dicen mis palabras.
Una vez me
llamaron poeta materialista.
Y yo me sorprendí: nunca había pensado
Que pudiesen darme este o aquel nombre.
Ni siquiera soy poeta: veo.
Si vale lo que escribo, no es valer mío.
El valer está ahí, en mis versos.
Todo esto es absolutamente independiente de mi voluntad.
Todos os dias descubro
Segundo um poema de
Fernando Pessoa
A espantosa
realidade das coisas:
Cada coisa é o que
é.
Que difícil é dizer
isto
O quanto me alegra
e o quanto me basta.
Para ser completo
existir é suficiente.
Já escrevi muitos
poemas.
Claro que hei de
escrever outros mais.
Cada poema meu diz
o mesmo.,
Cada poema meu é
diferente,
Cada coisa é uma
maneira distinta de dizer o mesmo.
Ás vezes, miro uma
pedra.
Não penso que ela
sente,
Não me empenho em chamá-la
de irmã.
Me agrada por ser
pedra,
Me agrada porque
não sente,
Me agrada por não
ter nenhum parentesco comigo.
Outras vezes ouço
passar o vento:
Vale a pena ter
nascido
Só para ouvir o
vento passar.
Não sei o que
pensarão os outros ao ler isto
Creio que há de ser
bom porque o penso sem esforço;
O penso sem pensar
que os outros me ouvem pensar,
O penso sem
pensamentos,
O digo como o dizem
minhas palavras.
Uma vez me chamaram
de poeta materialista.
E eu me surpreendi:
nunca havia pensado
Que pudessem me dar
este ou aquele nome.
Nem sequer sou
poeta: vejo.
Se vale o que
escrevo, não é valor meu.
O valor está aí, em
meus versos.
Tudo isto é
absolutamente independente de minha vontade.
Ilustração: heloisaconversandocomaspalavras2.blogspot.com