Alicia
Llarena
Qué
triste festejar el final
del
amor,
este
sosiego en los objetos
de
la casa,
este
descanso en todo,
este
regreso a la quietud primera.
Y
sin embargo es cierto.
Como
cuando cerramos
las
ventanas de la casa,
y
a lo lejos oímos todavía
los
ecos de la fiesta,
y
en nuestro oído recobramos
el
silencio,
y
en el descanso el alma
se
pregunta
por
qué no hicimos antes
ese
gesto tan simple
y
con un breve empuje
de
los dedos
separarnos
del mundo,
aislarnos
de su ruido.
XXX
Que
triste festejar o final
do
amor
este
sossego dos objetos
da
casa,
este
descanso em tudo,
este
regresso à quietude primeira.
E,
sem embargo, é certo.
Como
quando fechamos
as
janelas da casa,
e,
ao longe, ouvimos, todavia,
os
ecos da festa,
e
em nosso ouvido recobramos
o
silencio,
e
no descanso da alma
se
pergunta
por
que não fizemos antes
este
gesto tão simples
e
com um breve empurrão
dos
dedos,
nos
separamos do mundo,
nos
alheiamos de seu ruído.
Ilustração: MDC.