Carlos
Bousoño
Te
he dicho que los hombres no contemplan
el
puro río que pasa,
la
dulce luz que invade las riberas
cuando
fluye hacia el mar el agua casta.
Te
he dicho ayer…Y yo veo ahora
fluyendo
dulce hacia la mar lejana,
mientras
los hombres ciegos, ciegamente
se
embisten con furor de piedra helada.
Con
desolada luz vas olvidado,
pero
yo te contemplo, agua irisada,
silente
amigo, y veo mi figura
triste,
mirándose en tus aguas.
Amigo
solitario:
esto
te digo mientras pasas.
Repite
luego mi voz triste
allá
en las rocas desoladas.
Porque
has de ver tierras estériles
y
muertos sin remedio ni esperanza.
ELEGIA
Te
havia dito que os homens não contemplam
o
rio puro que passa
a
doce luz que invade os barrancos
quando
a água casta flui para o mar.
Te
disse ontem ... E eu vejo agora
fluido
doce para o mar distante,
enquanto
os homens cegos, cegamente
se
investem com uma fúria de pedra gelada.
Com
a luz desolada és esquecida
porém, eu te contemplo, água cambiante,
Silencioso
amigo, e vejo minha figura
triste,
olhando-se em tuas águas.
Amigo
solitário:
isto
eu te digo enquanto passas.
Repita,
então, minha voz triste
além
das rochas desoladas.
Porque
hás de ver terras áridas
e
mortas sem remédio ou esperança.
Ilustração:
Folha Carioca.
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