Poema 18
Pablo Neruda
Aquí
te amo.
En
los oscuros pinos se desenreda el viento.
Fosforece
la luna sobre las aguas errantes.
Andan
días iguales persiguiéndose.
Se
desciñe la niebla en danzantes figuras.
Una
gaviota de plata se descuelga del ocaso.
A
veces una vela. Altas, altas estrellas.
O
la cruz negra de un barco.
Solo.
A
veces amanezco, y hasta mi alma está húmeda.
Suena,
resuena el mar lejano.
Este
es un puerto.
Aquí
te amo.
Aquí
te amo y en vano te oculta el horizonte.
Te
estoy amando aún entre estas frías cosas.
A
veces van mis besos en esos barcos graves,
que
corren por el mar hacia donde no llegan.
Ya
me veo olvidado como estas viejas anclas.
Son
más tristes los muelles cuando atraca la tarde.
Se
fatiga mi vida inútilmente hambrienta.
Amo
lo que no tengo. Estás tú tan distante.
Mi
hastío forcejea con los lentos crepúsculos.
Pero
la noche llega y comienza a cantarme.
La
luna hace girar su rodaje de sueño.
Me
miran con tus ojos las estrellas más grandes.
Y
como yo te amo, los pinos en el viento, quieren cantar tu nombre con sus hojas
de alambre.
Poema 18
Aqui
eu te amo.
Nos
escuros pinheiros em que se desembaraça o vento.
Brilha
a lua sobre as águas errantes .
Andam
os dias iguais se perseguindo.
Se
desenrola a névoa em figuras dançantes.
Uma
gaivota de prata desloca do ocaso.
Às
vezes uma vela. Altas, estrelas altas.
Ou
a cruz negra de um barco.
Só.
Às
vezes, amanheço e até minha alma está úmida.
Soa
e ressoa o mar distante.
Este
é um porto.
Aqui
te amo.
Aqui
te amo e em vão te oculta o horizonte.
Te
estou amando entre estas coisas frias.
Às
vezes, vão meus beijos como estes navios pesados
que
correm pelo mar até onde não chegam.
Já
me vejo esquecido como estas velhas âncoras.
São
mais tristes os molhes quando quando atraca a tarde.
Se
fatiga minha vida inutilmente faminta.
Amo
o que não tenho. Estais tu tão distante.
Meu
fastio luta contra os crepúsculos lentos.
Porém,
a noite chega e começa a cantar.
A
lua faz girar seu relógio de sonho.
Me
olham com os teus olhos as estrelas maiores.
E
como eu te amo, os pinheiros no vento, querem cantar o teu nome com as folhas
de arame.
Ilustração:
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