Museo de curiosidades (sala once)
Carmen
Pallarés
A Pedro Molina Temboury
Abre
las puertas
—¡sésamo!—
museo de curiosidades.
Lo
más raro es el beso, lo más raro;
sus
leyendas florales, sus familias,
la
estupenda memoria de los niños.
Lo
más raro es el viento, son
sus
labios, sus labios que ahora besan
en
los míos y en ellos van volviéndose
inocentes.
Lo más raro es el alba,
un
alba rubia, cormoranes que vuelven,
los
dieciséis sentidos de la luna.
Abre
las puertas, abre: lo más raro
es
el «¡sésamo!», la noche
que
entretiene sus goznes en el juego.
Lo
más raro es mi calle de madera
(¿qué
niño no imagina que ha muerto
en
la batalla?) Lo más raro es el agua,
el
sueño, el agua, el sueño que sí sabe
de
manglares. Y los yelmos, las yemas
y
las vides que vemos relucir,
remudarse,
pasmar el cielo de repente.
Entonces
es la espléndida compañía
de
nadie. Lo más raro. Lo raro.
Museu de curiosidades (sala de
onze)
A Pedro
Molina Temboury
Abre
as portas
-¡sésamo
- museu de curiosidades.
O
mais belo é o beijo, o mais belo;
suas
lendas florais, suas famílias,
a
estupenda memória das crianças.
O
mais belo é o vento, são
os
lábios, seus lábios que agora beijam
os
meus e neles vão se tornando
inocentes.
O mais belo é o amanhecer,
um
nascer dourado, ambíguo, retornando,
os
dezesseis sentidos da lua.
Abre
as portas abertas, abre: o mais belo
é
o “sésamo!" A noite
que
entretém suas dobradiças no jogo.
O
mais belo é a minha rua de madeira
(Que
criança não imagina que foi morto
na
batalha?) O mais belo é a água,
o
sono, a água, o sono que se sabe
mangue.
E os elmos, as gemas
e
vinhas que vemos brilhando,
remudando-se,
pasmas no céu de repente.
Então
é a esplêndida companhia
de
ninguém. O mais belo. Tão belo.
Ilustração: Museu do Frevo Levino Ferreira.
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