Sunday, May 22, 2011

Lizalde de volta


Bellísima

Eduardo Lizalde

Y si uno de esos ángeles
me estrechara de pronto sobre su corazón,
yo sucumbiría ahogado por su existencia
más poderosa.

Rilke, de nuevo

Óigame usted, bellísima,
no soporto su amor.
Míreme, observe de qué modo
su amor daña y destruye.
Si fuera usted un poco menos bella,
si tuviera un defecto en algún sitio,
un dedo mutilado y evidente,
alguna cosa ríspida en la voz,
una pequeña cicatriz junto a esos labios
de fruta en movimiento,
una peca en el alma,
una mala pincelada imperceptible
en la sonrisa...
yo podría tolerarla.

Pero su cruel belleza es implacable,
bellísima;
no hay una fronda de reposo
para su hiriente luz
de estrella en permanente fuga
y desespera comprender
que aun la mutilación la haría más bella,
como a ciertas estatuas.

De: La zorra enferma

Belíssima

Ouça-me você, belíssima,
não suporto o seu amor.
Olhe-me, observe como
seu amor dana e destrói.
Se você fosse um pouco menos bela,
se tivesse algum defeito em algum lugar,
um dedo mutilado e evidente,
um tom ríspido na voz,
uma pequena cicatriz junto a esses lábios
de fruta em movimento,
um defeito na alma,
uma má pincelada imperceptível
no sorriso
eu poderia tolerar.

Porém, sua beleza é implacável,
belíssima;
não há uma fresta de repouso
para sua contundente luz
de estrela em permanente fuga
e desespera compreender
que ainda que houvesse qualquer mutilação
somente a faria mais bela
como a certas estátuas.

1 comment:

Unknown said...

Belíssimo, Sylvio!

Beijos

Mirze