Carlos Barral
Y tú amor mío, ¿agradeces conmigo
las generosas ocasiones que la marnos deparaba de estar juntos? ¿Tú te acuerdas,
casi en el tacto, como yo,
de la caricia intranquila entre dos maniobras,
del temblor de tus pechos
en la camisa abierta cara al viento?
Y de las tardes sosegadas,
cuando la vela débil como un moribundo
nos devolvía a casa muy despacio...
Éramos como huéspedes de la libertad,
tal vez demasiado hermosa.
El azul de la tarde,
las húmedas violetas que oscurecían el airese abrían
y volvían a cerrarse tras nosotros
como la puerta de una habitación
por la que no nos hubiéramos
atrevido a preguntar.
un distraído cogerte por los hombros
y sentir tu cabeza abandonada,
mientras alrededor se hacía triste
y allá en tierra, en la penumbra
parpadeaban las primeras luces.
E tu, amor meu....
E
tu, amor meu amor, agradeces comigo
as
generosas ocasiões em que ao marnos deparávamos de estarmos juntos? Tu te lembras,
quase ao tato, como eu,
das carícias inquieto entre duas manobras,
dos tremor de teus seios
na camisa aberta ao vento?
E das
noites calmas,
quando
a vela débil como um moribundonos devolvia a casa muito devagar.....
Éramos como hóspedes da liberdade,
talvez demasiada formosa.
O
azul da tarde,
as
úmidas violetas que escureciam o are se abriam
e voltavam a se fechar atrás de nós
como a porta de um quarto
para o qual não havíamos
nos atrevido a perguntar.
e quase
no bastava um ligeiro contato,um tocar-te distraído dos ombros
e sentir tua cabeça abandonada,
enquanto ao redor tudo se fazia triste
e, pela terra, na penumbra
cintilavam as primeiras luzes.
Ilustração: depoisdosquinze.com
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