Friday, October 04, 2024

Outra poesia de Ana Carolina Quiñonez Salpietro

 


LA FELICIDAD ERA ESTAR INCOMPLETOS  

Ana Carolina Quiñonez Salpietro 

Corríamos por el pasillo
de una casa prestada.
Teníamos cinco o seis años.
Nos perseguía un monstruo
con el abrigo de piel de la abuela
y la cara verde
de arcilla.
Los cepillos viejos resucitaban
como pinceles
También pelábamos arvejas
y separaba las más pequeñas
en mi bolsillo
Mamá no había cumplido treinta años.
Nosotros éramos tres
que tirábamos de ella
exigíamos aprender a leer
mientras otro tenía fiebre
comer con las manos
los ojos
hasta la pared de enfrente
cuando alguno tenía dientes
que pendían de un hilo
y a otro lo recogían tarde.
Nadie quería
dormir entre ella
y ese desconocido
al que hacíamos
siempre más alto
en los dibujos familiares.

A FELICIDADE ERA SERMOS INCOMPLETOS

Corríamos pelo corredor

de uma casa emprestada.

Tínhamos cinco ou seis anos.

Nos perseguia um monstro

com casaco de pele da vovó

e o rosto verde

de barro.

Os pincéis velhos ressuscitados

como pincéis

Também descascamos as ervilhas

e separava os menores

no meu bolso

Mamãe ainda não tinha trinta anos.

Nós éramos três

que puxamos a ela

exigimos aprender a ler

enquanto outro tinha febre

comer com as mãos

os olhos

voltados para a parede oposta

quando alguém tinha dentes

que estavam pendurados por um fio

e a outro se recolhia tarde.

Ninguém queria

dormir entre ela

e esse desconhecido

ao qual fazíamos

sempre mais alto

em desenhos de família.

Ilustração: Revista Serrote.

No comments: