SOBRE LOS DULCES CANSANCIOS
Ana
Milena Puerta
Hombre de la medida justa
para mis caderas,
recipiente de todos los temblores
de mi cuerpo,
madera antigua, de fino roble,
erecto.
Volcán de lava que me siembra
hacedor de los dulces cansancios,
la ondulación de mi vientre,
de mi piel estrecha y concreta.
Navégame, marinero alucinado,
navégame y viérteme luego
en tus manos.
Soy todos los frutos
y tú
todos los labios.
Bebámonos.
para mis caderas,
recipiente de todos los temblores
de mi cuerpo,
madera antigua, de fino roble,
erecto.
Volcán de lava que me siembra
hacedor de los dulces cansancios,
la ondulación de mi vientre,
de mi piel estrecha y concreta.
Navégame, marinero alucinado,
navégame y viérteme luego
en tus manos.
Soy todos los frutos
y tú
todos los labios.
Bebámonos.
Sobre
os doces cansaços
Homem
da justa medida
para
os meus quadris,
recipiente
de todos os meus tremores
de
meu corpo,
madeira
antiga, de fino talhe
ereto.
Lava
do vulcão que me semeia
fazedor
de doces cansaços,
da
ondulação do meu ventre,
de
minha pele estreita e concreta.
Navega-me,
marinheiro alucinado
navega-me
e despeja-me logo
nas
tuas mãos.
Sou
todos os frutos
e tu,
todos
os lábios.
Bebamo-nos.
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