COMIENZA UN LUNES
Eliseo Diego
La eternidad por fin comienza un lunes
y el día siguiente apenas tiene nombre
y el otro es el oscuro, al abolido.
Y en él se apagan todos los murmullos
y aquel rostro que amábamos se esfuma
y en vano es ya la espera, nadie viene.
La eternidad ignora las costumbres,
le da lo mismo rojo que azul tierno,
se inclina al gris, al humo, a la ceniza.
Nombre y fecha tú grabas en un mármol,
los roza displicente con el hombro,
ni un montoncillo de amargura deja.
Y sin embargo, ves, me aferro al lunes
y al día siguiente doy el nombre tuyo
y con la punta del cigarro escribo
en plena oscuridad: aquí he vivido.
Começa na segunda
A eternidade, por fim, começa na segunda-feira
e, no dia seguinte, só tem um nome
e é outro é o escuro, quando abolido.
E nele se apagam todos os sussurros
e aquele rosto que amávamos está desaparecido
e em vão é a espera, ninguém vem.
A eternidae ignora os costumes,
lhe dá o mesmo o vermelho ou o azul terno,
se inclina ao cinza, à fumaça, as cinzas.
Nome e data tu gravas no mármore,
os roça displicente com o ombro,
nem um montículo de amargura deixa.
E sem embargo, vês me aferro à segunda-feira
e ao dia seguinte dou o nome teu
e com a ponta do charuto escrevo
em plena a escuridão: aqui eu vivi.
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