Sunday, April 22, 2007
UM POETA DA VENEZUELA
LA VERDAD
José Antonio Ramos Sucre
La golondrina conoce el calendario, divide el año por el consejo de una sabiduría innata. Puede prescindir del aviso de la luna variable.
Según la ciencia natural, la belleza de la golondrina es el ordenamiento de su organismo para el vuelo, una proporción entre el medio y el fin, entre el método y el resultado, una idea socrática.
La golondrina salva continentes en un día de viaje y ha conocido desde antaño la medida del orbe terrestre, anticipándose a los dragones infalibles del mito.
Un astrónomo desvariado cavilaba en su isla de pinos y roquedos, presente de un rey, sobre los anillos de Saturno y otras maravillas del espacio y sobre el espíritu elemental del fuego, el fósforo inquieto.
Un prejuicio teológico le había inspirado el pensamiento de situar en el ruedo del sol el destierro de las almas condenadas.Recuperó el sentimiento humano de la realidad en medio de una primavera tibia.
Las golondrinas habituadas a rodear los monumentos de un reino difunto, erigidos conforme una aritmética primordial, subieron hasta el clima riguroso y dijeron al oído del sabio la solución del enigma del universo, el secreto de la esfinge impúdica.
A VERDADE
A andorinha conhece o calendário, divide o ano pelo conselho de uma sabedoria inata. Pode prescindir do aviso da lua variável.
Segundo a ciência natural, a beleza da andorinha está no ordenamento de seu organismo para o vôo, uma proporção entre o meio e o fim, entre o método e o resultado, uma idéia socrática.
A andorinha atravessa continentes num dia de viagem e conheceu desde as mais antigas eras a medida da órbita terrestre, antecipando-se aos dragões infalíveis do mito.
Um astrônomo desvairado cavilava em sua ilha de pinheiros e rochedos, presente de um rei, sobre os anéis de Saturno e outras maravilhas do espaço e sobre o espírito elementar do fogo, o fósforo inquieto.
Um preconceito teológico o havia inspirado a idéia de situar em redor do sol o desterro das almas condenadas. Recuperou o sentimento humano da realidade no meio de uma suave primavera.
As andorinhas, habituadas a rodear os monumentos de um reino defunto, erigidos conforme uma aritmética primordial, subiram até o clima rigoroso e disseram ao ouvido do sábio a solução do enigma do universo, o segredo da esfinge impudica.
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