La
piedra
Luis
Palés Matos
En
su duro letargo concentrada,
Redonda, como el cráneo de un gigante,
La piedra en la vereda perfumada
Es verruga enigmática y punzante.
Quieta, sintió la alegre carcajada,
Y el temblor de la carne rozagante,
De la muchacha frágil y cansada
Que llegó con el cántaro jadeante.
La piedra suda un ansia negra y blonda.
En lo profundo de su entraña honda
Un sueño se arrebuja perezoso.
"¡Moisés, Moisés, la turba está sedienta;
Tócame con tu vara, que revienta
El manantial de liquido precioso!"
Redonda, como el cráneo de un gigante,
La piedra en la vereda perfumada
Es verruga enigmática y punzante.
Quieta, sintió la alegre carcajada,
Y el temblor de la carne rozagante,
De la muchacha frágil y cansada
Que llegó con el cántaro jadeante.
La piedra suda un ansia negra y blonda.
En lo profundo de su entraña honda
Un sueño se arrebuja perezoso.
"¡Moisés, Moisés, la turba está sedienta;
Tócame con tu vara, que revienta
El manantial de liquido precioso!"
A pedra
Em
sua dura letargia concentrada,
Redonda,
como o crânio de um gigante,
A
pedra na estrada perfumada
É
verruga enigmática e pungente.
Quieta,
sentiu a alegre gargalhada,
E o
tremor da carne rosada,
Da
moça frágil e cansada
Que
chegou com o jarro ofegante.
A
pedra sua uma ânsia negra de renda.
No
profundo de sua entranha funda
Um
sonho encoberto preguiçoso.
"Moisés,
Moisés, a turba está sedenta;
Toca-me
com a tua vara que reinventa
O
manancial do líquido precioso! "
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