EL POEMA QUE LE PROMETÍ A SU ESPALDA
Andrea Muriel
Recostada a tu lado
observo tu nuca
y la curva que poco a poco
se transforma en tu cuello.
Acariciar tu espalda
me hace pensar en Central
Park.
Detrás de mis ojos cerrados
veo árboles altos en lo que
parece ser
una postal de invierno.
Tú y yo nunca hemos estado
en Central Park pero creo
reconocer
el paisaje de alguna película
y recorro con mi memoria la
escena
de un libro de Richard Yates.
Tú y yo
nunca
estaremos en Central Park.
La última noche es un cliché
y sin embargo tengo los dedos
helados.
Tu espalda no se parece en
nada
a Central Park pero cierro
los ojos
y siento que me adentro
cada vez más, noto la brisa
helada,
los copos de nieve cayendo
poco a poco
sobre tu cuello.
O POEMA QUE PROMETI PARA AS SUAS COSTAS
Deitado ao teu lado
eu observo tua nuca
e a curva que pouco a pouco
se transforma em pescoço.
Acariciar tuas costas
me faz pensar no Central Park.
Detrás dos meus olhos fechados
vejo árvores altas no que parece ser
um cartão postal de inverno.
Tu e eu nunca estivemos
no Central Park, porém creio reconhecer
a paisagem de um filme
e percorro na minha memória a cena
de um livro de Richard Yates.
Tu e eu
nunca
estaremos no Central Park.
A última noite é um clichê
E, sem embargo, tenho os dedos congelados.
Tuas costas não se parecem em nada
com o parque central, porém fecho os
olhos
e sinto por dentro
cada vez mais, a brisa gelada,
os flocos de neve caindo
pouco a pouco
sobre o teu pescoço
No comments:
Post a Comment