POEMA
William Ospina
Estuvo aquí hace poco. Como una diosa en fuga
llevaba débilmente sus temblores divinos.
Por un instante el cielo detuvo a la hilandera
y la muchacha hermosa se detuvo un momento.
Ahora ha partido. Carne que sabe la sentencia,
comprendo que mis ojos la han perdido por siempre.
Roja sombra, has de ser la ceniza de un sueño.
Dulce, fugaz sonrisa... ¿No estarás en mi cielo?
Nada nos pertenece. Todo sigue um oscuro
rumbo. Son sueño el árbol, el castillo, la esfinge.
El mar abre sus líquidos brazos de cruel sirena
hacia donde incesantes naves se precipitan.
Adiós, sagrada imagen. En la tarde solemne
despido astros y Dioses que otorgan oro y sangre.
Muero un poco con todas las flores abatidas
y se apaga el crepúsculo, pero la noche es grande.
POEMA
Esteve aqui faz pouco. Como uma deusa em fuga
Levava debilmente seus tremores divinos.
Por um instante o céu deteve a fiandeira
e a formosa moça parou por um momento.
Agora se foi. Carne que sabe a sentença,
Compreendo que meus olhos a perderam para sempre.
Vermelha sombra, hás de ser a cinza de um sonho.
Doce, fugaz sorriso... Não a verei no meu céu?
Nada nos pertence. Tudo segue num escuro
rumo. Um sonho, a árvore, o castelo, a esfinge.
O mar que abre seus líquidos braços de cruel sereia
até onde incessantes naves se precipitam.
Adeus, sagrada imagem. Na tarde solene
Despidos astros e deuses que outorgam ouro e sangue.
Morro um pouco com todas as flores abatidas
e se apaga o crepúsculo, mas a noite é imensa.
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