Aunque
hundamos a puños la tristeza
Jorge Debravo
Aunque hundamos a
puños la tristeza
Y cerremos con besos cada herida
El amor nos rebosa en la cabeza
Como un agua fatal, enardecida.
Y cerremos con besos cada herida
El amor nos rebosa en la cabeza
Como un agua fatal, enardecida.
Escondidos detrás
de las persianas,
Ocultos tras las cárceles del pecho,
El amor nos golpea las ventanas
Lo mismo que si estamos en el lecho.
Ocultos tras las cárceles del pecho,
El amor nos golpea las ventanas
Lo mismo que si estamos en el lecho.
El amor no termina
ni en la nada.
Nos lo entrega el descanso, nos lo entrega
El trabajo y lo que anda y lo que rueda.
Nos lo entrega el descanso, nos lo entrega
El trabajo y lo que anda y lo que rueda.
Y aunque se nutre
de mujer amada,
Con mujer o sin ella el amor llega,
Y si la mujer pasa, el amor queda.
Con mujer o sin ella el amor llega,
Y si la mujer pasa, el amor queda.
Ainda que afoguemos os punhos da
tristeza
Ainda que afoguemos
os punhos da tristeza
E fechemos com
beijos cada ferida
O amor transborda
de nossas cabeças
Como água fatal,
inflamada.
Escondidos por trás
das persianas,
Ocultos por trás
dos cárceres do peito,
O amor nos atinge
pelas janelas
Assim como se
estivéssemos no leito.
O amor não termina
nem em nada.
Nos entrega o
descanso, nos entrega
O trabalho e o que
anda e o que roda.
E ainda se nutre da
mulher amada,
Com ou sem ela o
amor chega,
E se a mulher
passa, o amor se queda.
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