Feliz año para
mi patria en tinieblas
Pablo Neruda
FELIZ
año, este año, para ti, para todos
los
hombres, y las tierras, Araucanía amada.
Entre
tú y mi existencia hay esta noche nueva
que
nos separa, y bosques y ríos y caminos.
Pero
hacia ti, pequeña patria mía,
como
un caballo oscuro mi corazón galopa:
entro
por sus desiertos de pura geografía,
paso
los valles verdes donde la uva acumula
sus
verdes alcoholes, el mar de sus racimos.
Entro
en tus pueblos de jardín cerrado,
blancos
como camelias en el agrio
olor
de tus bodegas, y penetro
como
un madero al agua de los ríos que tiemblan
trepidando
y cantando con labios desbordados.
Recuerdo,
en los caminos, tal vez en este tiempo,
o
más bien en otoño, sobre las casas dejan
las
mazorcas doradas del maíz a secarse,
y
cuántas veces fui como un niño arrobado
viendo
el oro en los techos de los pobres.
Te
abrazo, debo ahora
retornar
a mi sitio escondido. Te abrazo
sin
conocerte: dime quién eres, reconoces
mi
voz en el coro de lo que está naciendo?
Entre
todas las cosas que te rodean, oyes
mi
voz, no sientes cómo te rodea mi acento
emanado
como agua natural de la tierra?
Soy
yo que abrazo toda la superficie dulce,
la
cintura florida de mi patria y te llamo
para
que hablemos cuando se apague la alegría
y
entregarte esta hora como una flor cerrada.
Feliz
año nuevo para mi patria en tinieblas.
Vamos
juntos, está el mundo coronado de trigo,
el
alto cielo corre deslizando y rompiendo
sus
altas piedras puras contra la noche; apenas
se
ha llenado la nueva copa con un minuto
que
ha de juntarse al río del tiempo que nos lleva.
Este
tiempo, esta copa, esta tierra son tuyos:
conquístalos
y escucha cómo nace la aurora.
FELIZ ANO NOVO
PARA MINHA PÁTRIA EM TREVAS
Feliz
Ano, este ano, para ti, para todos
aos
homens, e aos campos, do meu amado Norte.
Entre
tu e minha existência há esta noite nova
que
nos separa, florestas e rios e estradas.
Porém,
até ti, grande pátria minha,
como
um cavalo escuro meu coração galopa:
entro
por teus desertos de pura geografia,
passo
pelos vales verdes onde se acumulam as uvas
seus
álcoois verdes, o mar de suas raízes.
Entro
em suas cidades de jardim fechado,
brancos
como camélias no leite,
sinto
o aroma de suas adegas, e penetro
como
um tronco na água dos rios que tremem
trepidando
e cantando com os lábios abertos.
Lembro-me,
dos caminhos, talvez, neste momento,
ou
melhor em outono, caindo sobre as casas
do
tumulto das espigas douradas do milho a secar,
e, quantas vezes, fui como uma criança fascinada
vendo
o ouro nos telhados dos pobres.
Te
abraço, agora,
devo
voltar ao meu esconderijo. Te abraço
sem
te conhecer: diz-me quem és, se
reconheces
minha
voz no coro do que está nascendo?
Entre
todas as coisas que te rodeiam, ouves
minha
voz, não sentes o acento de meu sotaque
como
a água natural que emana da terra?
Sou
eu que te abraço toda superfície doce,
a
cintura florida do meu país e chamo
para
que falemos quando se apague a alegria
e
entregar-te esta hora como uma flor fechada.
Feliz
Ano Novo para minha pátria em trevas.
Vamos
juntos, esta o mundo coroado de trigo,
O
céu alto corre deslizando e rompendo
suas
altas pedras puras contra a noite; apenas
se
completou o novo copo num minuto,
que
é para se juntar ao rio do tempo que nos leva.
Este
tempo, esta taça, esta terra são tuas:
conquista-os
e escuta como nasce a aurora.
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