COMO
NO HABER COMIDO PAN EN LA VIDA
Marta
Bohemia
Llega a veces ese hambre,
como de no haber comido pan en la vida.
Acecha en el Metro con una pareja
entrelazándose las manos
a las nueve antes del mediodía,
domicilios conyugales,
viajes organizados en agencia
donde terceros, aparte del agente,
son multitud.
Y me pregunto cómo será,
lo mismo que me preguntaba con quince años,
malpensada como soy,
más trotada, más vivida, más generosa,
cómo, ¡cómo!,
es decir a alguien que le quieres
estando segura de encontrarle
mañana y al otro mes,
también al despertar. Buenos días.
Y basta con dejar caer los párpados,
para llenarse las tripas de golosinas,
y darse un baño de sándalo,
para olvidar el hambre de pan.
Porque hay un hambre atrasada
que no se olvida por desconocer.
Un hambre terrible
como de no haber comido pan en la vida
Llega a veces ese hambre,
como de no haber comido pan en la vida.
Acecha en el Metro con una pareja
entrelazándose las manos
a las nueve antes del mediodía,
domicilios conyugales,
viajes organizados en agencia
donde terceros, aparte del agente,
son multitud.
Y me pregunto cómo será,
lo mismo que me preguntaba con quince años,
malpensada como soy,
más trotada, más vivida, más generosa,
cómo, ¡cómo!,
es decir a alguien que le quieres
estando segura de encontrarle
mañana y al otro mes,
también al despertar. Buenos días.
Y basta con dejar caer los párpados,
para llenarse las tripas de golosinas,
y darse un baño de sándalo,
para olvidar el hambre de pan.
Porque hay un hambre atrasada
que no se olvida por desconocer.
Un hambre terrible
como de no haber comido pan en la vida
Como não haver comido pão na vida
Chega,
às vezes, esta fome,
como
de não haver comido pão na vida.
Acessamos
o metrô com um parceiro
entrelaçando
as mãos
às
nove antes do meio dia,
casas
conjugais,
agência
de viagens organizadas
onde
terceiros, à parte do agente,
são
multidão.
E me
pergunto como será,
o mesmo
que me perguntava com quinze anos,
malpensada
como sou,
mais
trotada, mais vivida, mais generosa,
como,
como!,
dizer
a alguém que se ama
estando
segura de encontrá-la
amanhã
e no outro mês,
também
ao acordar. Bom Dia.
E
basta só deixar cair as pálpebras,
para
se encher as tripas de guloseimas,
e
tomar um banho de sândalo,
para
esquecer a fome de pão.
Porque
há uma fome atrasada
que
não se esquece por ignorar.
Uma
fome terrível
como
de não haver comido pão na vida
Ilustração:
fmanha.com.br
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