AÑO VIEJO
Jesus
Andres Pico Rebollo
Trescientos sesenta y cinco días
asesinados
oficialmente a las doce de la noche.
Pero se han ido muriendo de inanición,
desgana y desaliento,
hora a hora, instante a instante.
Pero se han muerto lentamente
famélicos y enfermos,
o en bruscos atentados,
víctimas de sus propios sueños,
las guerras y el miedo,
devorados por la tierra
que de repente abrió sus fauces
y no pudo recoger más llanto
caído de los cielos.
Pero han ido quebrándose paso a paso,
rompiéndose en pedazos
que recogen y mezclan
-aún el año está en capilla-
periodistas y amigos de frías estadísticas,
recogen y maquillan políticos sin norte,
los dueños de las cosas.
Y hay muertos para todos,
cadáveres de días
felices, desgraciados, que por fin enterramos.
oficialmente a las doce de la noche.
Pero se han ido muriendo de inanición,
desgana y desaliento,
hora a hora, instante a instante.
Pero se han muerto lentamente
famélicos y enfermos,
o en bruscos atentados,
víctimas de sus propios sueños,
las guerras y el miedo,
devorados por la tierra
que de repente abrió sus fauces
y no pudo recoger más llanto
caído de los cielos.
Pero han ido quebrándose paso a paso,
rompiéndose en pedazos
que recogen y mezclan
-aún el año está en capilla-
periodistas y amigos de frías estadísticas,
recogen y maquillan políticos sin norte,
los dueños de las cosas.
Y hay muertos para todos,
cadáveres de días
felices, desgraciados, que por fin enterramos.
Ano
velho
Trezentos
e sessenta e cinco dias assassinados,
oficialmente,
às doze da noite.
Porém,
já vinham morrendo de inanição,
desengano
e desalento,
hora
a hora, instante a instante.
Porém,
já estavam mortos lentamente
famélicos
ou enfermos,
ou
em bruscos atentados,
vitímas
de seus próprios sonhos,
as
guerras e o medo,
devorados
pela terra,
que,
de repente, abriu suas faces
e
não pode recolher mais o pranto
caído
do céu.
Porém,
estavam vindo quebrando-se passo a passo,
rompendo-se
em pedaços,
que
recolhem e mesclam
-ainda
o ano está na capela -
jornalistas
e amigos de frias estatísticas,
recolhem
e maquiam políticos sem norte,
os
donos das coisas.
E
há mortos para todos,
cadáveres
de dias,
felizes,
desgraçados, que, por fim, enterramos.
No comments:
Post a Comment