Julio
Florencio Cortázar
Tengo
esta noche las manos negras, el corazón sudado
como
después de luchar hasta el olvido con los ciempiés del humo.
Todo
ha quedado allá, las botellas, el barco,
no
sé si me querían, y si esperaban verme.
En
el diario tirado sobre la cama dice encuentros diplomáticos,
una
sangría exploratoria lo batió alegremente en cuatro sets.
Un
bosque altísimo rodea esta casa en el centro de la ciudad,
yo
sé, siento que un ciego está muriéndose en las cercanías.
Mi
mujer sube y baja una pequeña escalera
como
un capitán de navío que desconfía de las estrellas.
Hay
una taza de leche, papeles, las once de la noche.
Afuera
parece como si multitudes de caballos se acercaran
a la
ventana que tengo a mi espalda.
(esto
de los caballos me recuerda a cierto relato)
NOTURNO
Tenho
esta noite as mãos negras, o coração suado
Como
depois de lutar até o esquecimento com centopeias de fumaça.
e
depois de lutar ao esquecimento com centopeias fumaça.
Tudo
ficou por lá, garrafas, o barco,
não
sei se me queriam, e se esperavam me ver.
No
jornal aberto sobre a cama se lê reuniões diplomáticas,
uma
sangria exploratória o venceu alegremente em quatro sets.
Uma
floresta imponente rodeia esta casa no centro da cidade,
Eu
sei, sinto como um cego está morrendo nas proximidades.
Minha
esposa sobe e baixa uma pequena escada
como
um capitão de navio que desconfia das estrelas.
Há
um copo de leite, papéis, as onze horas da noite.
Do
lado de fora parece que multidões de cavalos se aproximam
da
janela que tenho nas minhas costas.
(Estes
cavalos me lembram de uma certa história)
Ilustração:
www.allodi.web719.kinghost.net
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