Luis
Alberto Calderón
Recorre
las noches frías y los dias inútiles
parece
un espantapájaros en las veredas;
com
sus manos vacias llenas de huellas
quiere
atrapar las estrellas del cielo
creyendo
que son mariposas blancas
en
el jardín de la tierra.
Sus
ojos grandes de fuego
miran
por todas partes
parecen
semáforos prendidos en las esquinas
y
con olfato de sabueso ampedernido
busca
comida en los tachos de basura
disputando
el pan de las calles
sin
importarle el frío y el ruido de los días.
Cansado
de recorrer la ciudad
de
los encantos, regresa contento
con
su pedazo de luna bajo el brazo
y
sobre la fría vereda de cemento, se acuesta
con
sus lunas, sus cielos, sus ríos de estrellas
y
su pan duro para mañana;
prisionero
entre nieblas y garúas
se
pone a soñar como niño
jugando
en el cielo
perdido,
en um mar de mariposas blancas.
O LOUCO DA CIDADE
Percorre
as noites frias e os dias inuteis
com
as suas mãos vazias plenas de pegadas
querendo
atrapalhar as estrelas do céu
crendo
que são borboletas brancas
no
jardim da terra.
Seus
olhos grandes de fogo
olham
por todas as partes
parecem
semáforos presos nas esquinas
e
com olfato de sabugueiro empedernido
busca
comida nos latões de lixo
buscando
o pão das ruas
sem
importar-se com o frio e o ruído dos dias.
Cansado
de percorrer a cidade
dos
encantos, regressa contente
com
seu pedaço de lua debaixo do braço
e
sobre a fria vereda de cimento, se encosta
com
suas luas, seus céus, seus rios de estrelas
e
seu pão duro de manhã;
prisioneiro
entre neblinas e garoas
se
põe a sonhar como um menino
jogando
no céu
perdido,
num mar de borboletas brancas.
Ilustração: Mente hiperativa.
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