Eduardo
Mileo
Es
un día de fuego.
Estalla
en los ojos
el
sol de la cúpula
y
es un incendio de odio la campana.
Cantan
los fieles una fe que se apaga.
San
Cayetano tiene la espiga marchita.
Pero
bailan como alambres
las
filas de fidedignos,
las
columnas encendidas de la grey.
Es
un día de fuego
porque
hay fuego en los ojos
porque
es de fuego el rostro que confía.
Es
de fuego y tiene hambre.
La
sombra no se come.
Ya
no se bendice el agua.
Dios
no tiene perdón.
El
que está sin amor
o
el que está sin trabajo
abandona
la fila de creyentes
y
camina junto a las paredes
escritas
por los herejes.
De
Extracción del agua de la niebla
(inédito).
XXXIX
É
um dia de fogo.
Estala
nos olhos
o
sol da cúpula
e
é um incêndio de ódio, o sino.
Cantam
os fiéis uma fé que se apaga.
São
Caetano tem uma espiga murcha.
Porém,
eles dançam como fios
as
filas de fidedignos,
as
colunas iluminadas do rebanho.
É
um dia de fogo
porque
há fogo nos olhos
porque
o rosto que confia é de fogo.
É
de fogo e tem fome.
A
sombra não se come.
Já
não se bendiz a água.
Deus
não tem perdão.
O
que está sem amor
ou
o que está sem trabalho
abandona
a fila dos crentes
e
caminha junto às paredes
escritas
pelos hereges.
De
“Extração da água e da névoa” (Inédito).
Ilustração:
Revista Adventista.
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