Amarna
Miller
Precavida.
Siempre
atenta a que las esquinas no me saquen los ojos.
Siempre
pendiente de que mis entrañas no echen a volar.
Con
miedo a que mis amigos se olviden del color de mi rostro.
Y a
que mi novio me parta la cara con libros de poesía,
con
lenguas de cristal,
con
pañuelos de calma, no te alteres,
con
cuidado que si gritas, la vas a liar.
De
carnes rotas, de huesos rotos, de sangre amarga.
De
cuerpo que pesa y se funde con el suelo, con el mundo.
Cuerpo
que echa raíces en la tierra porque ya no hay nada más.
Mi
vida, reducida a una semilla.
Cuidadosa.
Siempre
precavida.
Siempre
previsora.
Y
nunca lo suficiente.
***
Sei, perfeitamente, como cheguei a este
ponto
Precavida.
Sempre
atenta a que nas esquinas não me arranquem os olhos.
Sempre
pendente de que minhas entranhas
Com
medo de que meus amigos se esqueçam da cor de meu rosto.
E
que meu noivo não me quebre a cara com livros de poesia,
Com
línguas de cristal,
Com
lenços de calma, não te alteres.
Com
cuidado porque se gritas, irás se enrolar.
De
carnes roídas, de ossos roídos, de sangue amargo.
De
corpo que pesa e se funde com o solo, com o mundo.
Corpo
que lança raízes na terra porque não há mais nada.
Minha
vida reduzida a uma semente.
Cuidadosa.
Sempre
precavida.
Sempre
previsora.
E
nunca o suficiente.
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