La
hora todavía
Luis Cañizal de la Fuente
La hora todavía
se dejaba tocar en la cabeza.
Qué descanso: estar vivo
era seguir durmiendo.
A hora, todavia
A hora, todavia,
se deixava tocar na cabeça.
Que alívio: estar vivo
era seguir dormindo.
Ilustração: www.cienciahoje.pt
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