RIMA XLII
Gustavo
Adolfo Bécquer
Cuando me lo contaron sentí el frío
de una hoja de acero en las entrañas;
me apoyé contra el muro, y un instante
la conciencia perdí de dónde estaba.
de una hoja de acero en las entrañas;
me apoyé contra el muro, y un instante
la conciencia perdí de dónde estaba.
Cayó sobre mi
espíritu la noche,
en ira y en piedad se anegó el alma.
¡Y entonces comprendí por qué se llora,
y entonces comprendí por qué se mata!
en ira y en piedad se anegó el alma.
¡Y entonces comprendí por qué se llora,
y entonces comprendí por qué se mata!
Pasó la nube de
dolor…. Con pena
logré balbucear breves palabras…
¿Quién me dio la noticia?… Un fiel amigo…
Me hacía un gran favor… Le di las gracias.
logré balbucear breves palabras…
¿Quién me dio la noticia?… Un fiel amigo…
Me hacía un gran favor… Le di las gracias.
RIMA XLII
Quando me contaram, senti o frio
de uma lâmina de aço nas entranhas;
me apoiei no muro e, por um instante,
a consciência perdi de onde estava.
de uma lâmina de aço nas entranhas;
me apoiei no muro e, por um instante,
a consciência perdi de onde estava.
Caiu sobre meu
espírito a noite,
em ira e em piedade se afogou a alma.
E então, compreendi porque se chora,
e então, compreendi porque se mata!
em ira e em piedade se afogou a alma.
E então, compreendi porque se chora,
e então, compreendi porque se mata!
Passou a nuvem de
dor…Com que pena
logrei balbuciar breves palavras…
Quem me deu a notícia? Um fiel amigo…
Me fazia um grande favor… E lhe dei graças.
logrei balbuciar breves palavras…
Quem me deu a notícia? Um fiel amigo…
Me fazia um grande favor… E lhe dei graças.
Ilustração: euqueaprendaalevantar.blogspot.com
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