Jorge Cuesta Porte-Petit
No
para el tiempo, sino pasa; muere
La imagen de sí, que a lo que pasa aspira
A conservar igual a su mentira.
No para el tiempo; a su placer se adhiere.
Ni lleva al alma, que de sí difiere,
Sino al sitio diverso en que se mira.
El lugar de que el alma se retira
Es el que el hueco de la muerte adquiere.
Tan pronto como el alma el cambio habita,
No la abandona el cambio en lo que deja
Ni de la vida incierta la separa;
Se aventura y su riesgo sólo imita
Al tiempo entonces su razón perpleja,
Pues goza la razón mas no se para.
La imagen de sí, que a lo que pasa aspira
A conservar igual a su mentira.
No para el tiempo; a su placer se adhiere.
Ni lleva al alma, que de sí difiere,
Sino al sitio diverso en que se mira.
El lugar de que el alma se retira
Es el que el hueco de la muerte adquiere.
Tan pronto como el alma el cambio habita,
No la abandona el cambio en lo que deja
Ni de la vida incierta la separa;
Se aventura y su riesgo sólo imita
Al tiempo entonces su razón perpleja,
Pues goza la razón mas no se para.
Não pára o tempo, senão passa
Não
pára o tempo, senão passa
A
imagem de si, que ao que passa aspira
A
conservar igual a sua mentira.
Não
pára o tempo; seu prazer se adere.
Nem
leva a alma, que de si difere,
Senão
ao sitio diferente em que se mira.
O
lugar da qual a alma se retira
É que
o oco da morte adquire.
Tão
pronto como a alma a mudança habita,
Não
o abandona a mudança em que o deixa
Nem
da vida incerta a separa;
Se
aventura e seu risco só imita
Ao
tempo enquanto sua razão perplexa,
Pois,
goza da razão, mas, não se pára.
Ilustração:
exame.abril.com.br
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