Entre
tú y la imagen de ti que a mí llega
Jorge Cuesta Porte-Petit
Entre
tú y la imagen de ti que a mí llega
Hay un espacio al cabo del cual eres sólo una memoria.
Tienes tiempo de abrir la puerta sin que te vea,
Huir y regresar después de haber cambiado o muerto del todo.
Tienes tiempo de hacerte presente a otros ojos
Y dejar en ellos otra visión deshabitada.
Tus palabras son hondas para contener en sus ecos
Otras obscuras que escucharé precisas cuando te hayas apagado,
Para sepultar en sus silencios dichas que no posees,
Dichsa que de ti apartan -porque no de tu ausencia-
Los fragmentos de ti que las sujetan,
Distantes uno de otro, dispersos y recónditos,
Sin reintegrarte nunca la vida que te arrancan
Y sólo tu muerte recupera.
Hay un espacio al cabo del cual eres sólo una memoria.
Tienes tiempo de abrir la puerta sin que te vea,
Huir y regresar después de haber cambiado o muerto del todo.
Tienes tiempo de hacerte presente a otros ojos
Y dejar en ellos otra visión deshabitada.
Tus palabras son hondas para contener en sus ecos
Otras obscuras que escucharé precisas cuando te hayas apagado,
Para sepultar en sus silencios dichas que no posees,
Dichsa que de ti apartan -porque no de tu ausencia-
Los fragmentos de ti que las sujetan,
Distantes uno de otro, dispersos y recónditos,
Sin reintegrarte nunca la vida que te arrancan
Y sólo tu muerte recupera.
Entre tu e a imagem de ti que me
chega
Entre
tu e a imagem de ti que me chega
Há
um espaço, ao fim do qual, és só uma memória.
Tens
tempo para abrir a porta sem que te veja,
Fugir
e regressar depois de mudar ou morrer de todo.
Tens
tempo de fazer-te presente a outros olhos
E
deixar nele outra visão desabitada.
Tuas
palavras são profundas para conter em seus ecos
Outras
obscuras que escutarei precisas quando tiveres apagado,
Para
enterrar nos seus silêncios ditos que não possuis,
Ditos
que de ti se apartam- porque não se desviam de tua ausência-
Os
fragmentos de ti que a sujeitam,
Distantes
uns dos outros, dispersos e recônditos,
Sem
reintegrar-te nunca à vida que te arrancam
E
só a tua morte recupera.
Ilustração:
www.gehspace.com
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