Francisco Luis Bernárdez
En
cada ser, en cada cosa, en cada
Palpitación, en cada voz que siento
Espero que me sea revelada
Esa palabra de que estoy sediento.
Palpitación, en cada voz que siento
Espero que me sea revelada
Esa palabra de que estoy sediento.
Aguardo
a que la diga el firmamento,
Pero su boca inmensa está callada;
La busco por el mar y por el viento,
Pero el viento y el mar no dicen nada.
Pero su boca inmensa está callada;
La busco por el mar y por el viento,
Pero el viento y el mar no dicen nada.
Hasta
los picos de los ruiseñores
Y las puertas cerradas de las flores
Me niegan lo que quiero conocer.
Y las puertas cerradas de las flores
Me niegan lo que quiero conocer.
Sólo
en mi corazón oigo un sonido
Que acaso tenga un vago parecido
Con lo que esa palabra puede ser.
Que acaso tenga un vago parecido
Con lo que esa palabra puede ser.
A palavra
Em
cada ser, em cada coisa, em cada
Palpitação,
em cada voz que sinto
Espero
que me seja revelada
Esta
palavra de que estou sedento.
Aguardo
que a diga o firmamento,
Porém,
sua boca imensa está calada;
A
busco pelo mar e pelo vento,
Porém,
o vento e o mar não dizem nada.
Até
o bico, o canto dos rouxinóis
E
as portas fechadas das flores
Me
negam o que quero conhecer.
Só
no meu coração ouço ruído
Que
por acaso é um pouco parecido
Com
o que esta palavra pode ser.
Ilustração:
coisas-do-tipo.blogspot.com
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