BLANCANIEVES SE DESPID DE LOS SIETE
ENANOS
Leopoldo
María Panero
Prometo
escribiros, pañuelos que se pierden en el horizonte, risas que palidecen,
rostros que caen sin peso
sobre
la hierba húmeda, donde las arañas tejen ahora sus azules telas. En la casa del
bosque crujen, de noche,
las
viejas maderas, el viento agita raídos cortinajes, entra sólo la luna a través
de las grietas. Los espejos silenciosos,
ahora,
qué grotescos, envenenados peines, manzanas, maleficios, qué olor a cerrado,
ahora, qué grotescos.
Os
echaré de menos, nunca os olvidaré. Pañuelos que se pierden en el horizonte. A
lo lejos se oyen golpes secos,
uno
tras otro los árboles se derrumban. Está en venta el jardín de los cerezos.
BRANCA DE NEVE SE DESPEDE DOS SETE
ANÕES
Prometo
lhes escrever, lenços que se perdem no horizonte, risos que empalidecem, rostos
que caem sem peso
na
grama úmida, onde as aranhas agora tecem suas teias azuis. Na casa da floresta,
rangem à noite,
as
velhas madeiras, o vento sacode cortinas desgastadas, entra só a lua pelas frestas.
Os espelhos silenciosos,
agora,
que grotesco, pentes envenenados, maçãs, maldições, que fedem a locais fechados,
agora, que grotesco.
Não
vou sentir nunca menos falta, nunca os esquecerei. Lenços que se perdem no horizonte.
À distância, se ouve golpes secos,
uma
depois da outra as árvores são derrubadas O jardim de cerejeira está à venda.
Ilustração:
Cultura Genial.
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