DOMINGOS POR LA TARDE
Luis García Montero
A
veces las infancias escapan de sí mismas
y
corren por la lluvia como en fuera de juego
sin
oír las sirenas de los árbitros.
Es
verdad que son mares en un vaso de agua,
pero
hay olas que tienen esa espuma
de
las alineaciones,
paraísos
que aguardan los despachos
del
último minuto
o
días que amanecen
con
la tranquilidad de un tres a cero,
de
un cinco a cero en punto de la tarde.
Por
lo demás también hay labios
en
el extremo izquierda del domingo,
lesiones
en las dudas del mañana,
pasados
que regresan
igual
que una llamada de teléfono.
-
¿Y lo de ayer? Sonríe la memoria,
cuando
parece amiga del equipo contrario.
Las
verdades del área
son
rectas de dudosa geometría,
como
ardientes amores de ficción
en
manos de un penalti.
Por
eso saben mucho
de
la felicidad y la belleza.
No
conviene que demos a estas cosas
un
valor excesivo.
Son
noventa minutos en un vaso de agua.
Pero
a mí me han quitado muchas veces la sed.
DOMINGO À TARDE
Às
vezes as infâncias escapam de si mesmas
e
correm através da chuva como se fosse um jogo
sem
ouvir os apitos dos árbitros.
É
verdade que são mares num copo de água,
porém,
há ondas que têm essa espuma
dos
alinhamentos,
paraísos
que aguardam os despachos
do
último minuto
ou
dias que amanhecem
com
a tranquilidade de um três a zero,
de
um cinco a zero no ponto da tarde.
Por
outro lado, também existem lábios
na
extrema esquerda de domingo,
lesões
nas dúvidas de amanhã,
passados
que regressam
como
uma chamada de telefone.
-
E ontem? A memória sorri,
quando
ela parece ser amiga do time oposto.
As
verdades da área
são
retas de duvidosa geometria,
como
a amores ardentes de ficção
em
mãos de um penalti.
Por
isto sabem muito
da
felicidade e da beleza.
Não
é convém que demos a essas coisas
um
valor excessivo.
São
noventa minutos em um copo de água.
Porém,
a mim me têm saciado, muitas vezes, a sede.
Ilustração:
JogaMiga.
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